Cuando iba al colegio pasaba mucho tiempo en la biblioteca de mi barrio. Tenían toda la colección de Pesadillas, que en aquella época era lo más, y yo estaba enganchadísima.
En uno de esos viajes descubrí que también había una sección de cocina, y me enamoré de un libro. Se llamaba El gran libro de la Repostería paso a paso, de Everest. Todavía me sorprende lo bien hecho y explicado que está y lo variado y actual que es, y lo recomiendo mucho si estás iniciándote en el mundo de la pastelería y las masas.
En ese libro encontré una receta, unas tartaletas de chocolate blanco y frutos rojos. Las hice en casa con mucho esfuerzo, porque hacer una masa sablé con 14 años sin saber qué tiene que salir de ahí no es poca cosa, pero mis hermanos pequeños se volvieron locos y la nombraron la mejor tarta del mundo, y yo me sentí muy orgullosa.

La leyenda es tal que a día de hoy, 20 años después, si pregunto qué les apetece que haga, vuelven a salir las míticas tartaletas en primer lugar, siempre.
Ahora que estamos separados y ha sido el cumpleaños de mi hermano pequeño, que está en Polonia, me ha apetecido hacerlas dándoles un puntito diferente con una sablé de té Matcha.
Es un sabor muy particular que no gusta a todo el mundo; sabe a té, pero también tiene un toque herbáceo y de alga. A mí me encanta, pero si no es lo tuyo o no puedes encontrarlo fácilmente, sustituye la cantidad de té de la receta por harina para hacer una masa básica, y estará deliciosa.
También puedes hacerla en forma de tarta grande, que da menos trabajo. Si quieres hacerla más profunda, con más relleno, como una tarta de queso, duplica la cantidad de crema de chocolate blanco. El tiempo de horneado aumentará también: sácala del horno cuando el relleno se mueva como un flan cuajado, y enfríala unas horas antes de abrirla.
Solemos comerlas con fresas, pero no es la época, así que he utilizado frambuesas, aunque también están riquísimas con melocotón y arándanos.

Tartaletas de chocolate blanco y té Matcha con frutos rojos
Equipment
- Horno
- rodillo
- Regla
- Cuchillo
- Amasadora (no es imprescindible)
- Batidora de varillas (no es imprescindible)
- Cacerola
- báscula
Ingredientes
Para las tartaletas:
- 110 gramos de harina floja
- 10 gramos de té Matcha en polvo
- 18 gramos de harina de almendra
- 48 gramos de azúcar glas
- 60 gramos de mantequilla fría y en dados
- 25 gramos de huevo para la masa
- 25 gramos de huevo para pincelar
Para el relleno de chocolate blanco:
- 150 ml de nata para montar
- ½ vaina de vainilla abierta
- 140 gramos de chocolate blanco troceado
- 1 huevo, separada la clara de la yema
Para acompañar:
- 100 gramos de frutos rojos frescos, o cualquier otra fruta fresas, frambuesas, arándanos, moras, nectarinas…
Elaboración paso a paso
Para la sablé de las tartaletas:
- En el bowl de la amasadora (o en un bowl normal si no disponemos de ella), mezclamos la harina, la harina de almendras, el azúcar glas tamizado, el té Matcha y la mantequilla fría de la nevera cortada en dados pequeños.Si no te gusta el Matcha o no dispones de él, cambia los 10 gramos de té por 10 gramos de harina.
- Si lo hacemos con la amasadora, utilizamos el accesorio en forma de pala y amasamos a velocidad media 4-5 minutos.Si lo hacemos a mano, amasamos la mezcla intentando integrar la mantequilla con la harina, rompiendo los dados de mantequilla con los dedos y trabajando bien la mezcla con las manos. Puede llevarnos unos 6-8 minutos. El resultado debe ser parecido a un pan rallado grueso.
- Cascamos y batimos un huevo. Añadimos 25 gramos de huevo a la masa y reservamos el resto, que usaremos para impermeabilizar las tartaletas.
- Trabajamos la masa con el huevo. En el robot, amasamos durante 1 o 2 minutos a velocidad media, hasta que la masa se junte en una bola grande.Si trabajamos a mano, vamos a tratar de integrar la harina y el huevo. Si queda algún dado de mantequilla entero, lo rompemos para incorporarlo y que la masa sea lo más homogénea posible. Cuando podamos formar una bola, la masa está lista.
- Cortamos dos piezas de papel de hornear del tamaño de la bandeja del horno. Metemos la masa entre las dos hojas, y estiramos con el rodillo.
- El objetivo es conseguir una masa muy fina, de unos 3 mm de grosor. Para estirarla igual por todas partes, vamos girando la masa y pasando el rodillo, ejerciendo siempre la misma presión. Si en algún punto apretamos demasiado, podemos plegar la masa y volver a estirar esa parte.
- Una vez estirada, la reposamos en el frigorífico durante 30 minutos.
- Transcurrido este tiempo, precalentamos el horno a 160ºC (150ºC con ventilador).
- Sacamos la masa del frigorífico y retiramos el papel superior. Medimos la altura del borde de la tartaleta que vayamos a usar, y calculamos la cantidad de tiras de masa que necesitamos para forrar los moldes de las tartaletas. Medimos y cortamos la masa con ayuda de una regla y un cuchillo.
- Una vez reservados los bordes, cortamos las bases de las tartaletas. Podemos marcarlas y cortarlas con el cuchillo, o cortarlo directamente con la tartaleta como si fuese un cortapastas.
- Puede que no tengas suficiente masa estirada para cubrir todas las bases. Haz una bolita con los recortes y vuelve a estirarla.
- Transferimos las tartaletas a una bandeja de horno preparada con papel. Cogemos las tiras de masa que reservamos para los bordes y las colocamos, presionando ligeramente para pegarlas a la base. Si se salen un poco por encima del borde, podemos cortarlas a ras con un cuchillo para que queden perfectas.
- Enfriamos las tartaletas montadas durante 10 minutos.
- Antes de hornear, pinchamos las bases con una puntilla o un tenedor para que no se hinchen.
- Cocemos unos 12 minutos para las tartaletas pequeñas y 14 para una grande.
- Cuando casi estén listas, sacamos del horno, aplastamos la base con una cuchara en caso de que se haya abombado, y pincelamos con el huevo que habíamos reservado. Esto las impermeabilizará. Cocemos 1 o 2 minutos más, hasta un tiempo total de 14 minutos para las pequeñas y 16-18 para las grandes.
- Dejamos enfriar y desmoldamos.
Relleno de crema de chocolate blanco:
- Bajamos el horno a 150-140ºC. Mientras las bases se enfrían, preparamos el relleno.
- Calentamos en una cacerola la nata y la vaina de vainilla abierta. En un bowl pesamos el chocolate.
- Cuando la nata hierva, retiramos del fuego y vertemos sobre el chocolate blanco. Retiramos la vaina de vainilla.
- Mientras reposamos el chocolate para que se funda, separamos la yema de la clara del huevo. Reservamos la yema y montamos la clara a punto de nieve.
- Transcurridos unos minutos, mezclamos bien el chocolate con la nata, que ya se habrá fundido. Añadimos la yema y batimos bien para conseguir una mezcla homogénea.
- Incorporamos la clara a punto de nieve con ayuda de una lengua, y mezclamos con movimientos envolventes.
- Rellenamos las tartaletas y cocemos 12-14 minutos, hasta que al agitarlas suavemente en el horno hayan cuajado y se muevan como un flan. Si vemos que mitad de cocción empiezan a dorarse por encima, podemos cubrirlas con papel de aluminio.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar.
Para decorar y servir:
- Podemos hacer un crujiente de té Matcha con la masa sobrante para decorar la fruta. Para ello, formamos una bola con los recortes, la enfriamos y la rallamos con un rallador de queso.Después, la horneamos a 150ºC (junto con las tartaletas) 5 o 6 minutos. Al salir del horno, desmigamos las virutas de masa con nuestras manos hasta conseguir unas migas finas.
- Lavamos la fruta y la disponemos sobre las tartaletas. Para decorar podemos usar las migas de los recortes de la sablé de té verde, azúcar glas o chocolate blanco fundido en forma de hilo.