Antes de tener el libro Comfort Food de Jamie Oliver hacer ñoquis en casa no era una opción para mí. Me parecía una masa pegajosa, demasiado húmeda, chiclosa y difícil de manejar. Desde que probé su receta, en la que la patata se asa al horno en lugar de hervirse, no he vuelto a comprarlos.
Esta receta es una simplificación de la suya: es fácil de hacer y fácil de calcular, muy de andar por casa. Una patata grande y una cucharada de harina por persona, una yema por cada dos personas, además de sal y nuez moscada.

El resultado son unos ñoquis tiernos y esponjosos, con un ligero sabor a patata asada muy agradable.
Elegir la patata correcta es muy importante: debe ser harinosa o vieja, nunca nueva, ya que su gran cantidad de almidón hace difícil trabajarla. Además, la masa debe amasarse sólo lo justo, ya que cuanto más la trabajemos más harina necesitaremos. Una vez hechos los ñoquis deben cocerse inmediatamente; de lo contrario se humedecen y deforman. Ya cocidos, eso sí, podemos reservarlos hasta el momento de comerlos, extendidos en una bandeja y separados de la salsa. He llegado incluso a congelarlos, con buenos resultados.
En Instagram, en la sección de IGTV (los vídeos), podéis encontrar este vídeo, dedicado a la elaboración paso a paso de los ñoquis.

Ñoquis fáciles
Equipment
- Horno
- Olla
Ingredientes
- 2 patatas grandes (unos 450-500 gramos en total)
- 1 yema de huevo
- 2 cdas de harina común (unos 25-30 gramos)
- ½ cdita de sal
- ¼ cdita de nuez moscada en polvo
- Más harina, para estirar la masa
Elaboración paso a paso
- En primer lugar lavamos las patatas. Calentamos el horno a 200ºC.
- Cuando el horno esté caliente, asamos las patatas durante 1 hora. Las dejamos enfríar. Este paso puede hacerse con horas de antelación.
- Una vez las patatas se hayan enfriado un poco y podamos manejarlas, las cortaremos por la mitad, sin retirar la piel, y las rallaremos por el lado fino de un rallador.
- Retiramos la piel y los pequeños trocitos de patata que no hayamos podido rallar para que los ñoquis queden muy finos. Con el puré de patata resultante formamos un volcán.
- Añadimos a la patata la sal y la nuez moscada, y en el centro del puré echamos la yema y la rompemos para mezclara con la patata.
- Cuando esté un poco mezclada, añadimos las dos cucharadas de harina y empezamos a amasar.
- Cuanto más amasamos los ñoquis más se van a humedecer y más harina van a necesitar, así que procuramos integrar los ingredientes amasando lo justo, espolvoreando la mesa de harina si lo necesitamos.Me gusta hacerlo con una espátula o rasqueta de panadería para tocar la masa lo menos posible, y podéis verlo en el vídeo de IGTV que indico en el post.
- En cuanto la mezcla parezca homogénea y podamos manejarla, la dividimos. Podemos dividirla en 2 o en 4 e ir formando salchichas largas con la masa rodándola adelante y atrás. Si la masa es muy larga, vamos cortándola a la mitad para poder manejarla mejor.Espolvoreamos con harina si vemos que los cilindros de masa se pegan a la mesa. Suelo estirarlas de un dedo de grosor, pero podéis hacerlos más finos o más gruesos según vuestro gusto.
- Cuando vayamos teniendo tiras de masa, las espolvoreamos de harina y las apartamos hasta que tengamos toda la masa estirada. La masa de los ñoquis apenas forma gluten por lo que es bastante quebradiza. Es importante trabajarla con manos delicadas. Cuando hayamos terminado, colocamos varias tiras juntas, y con un cuchillo afilado y con la hoja muy limpia, vamos cortando los ñoquis. En mi caso en porciones de unos 2 cm de largo.
- Cuando el filo del cuchillo se ensucie, cada 3 o 4 cortes, lo limpiamos para seguir cortando sin que los ñoquis se nos peguen a la hoja.
- Una vez todos estén cortados, con una espátula o rasqueta los extendemos en un papel de horno y los cocemos inmediatamente en abundante agua con sal. Estarán listos en cuanto floten.
- Es muy importante cocer los ñoquis inmediatamente, porque irán humedeciéndose a medida que pase el tiempo y se pegarán unos a otros. Es preferible tenerlos cocidos y recalentarlos en el momento de servir, a esperar para cocerlos, pues aunque su sabor no variará se deformarán y no quedarán tan bonitos.