Mi abuela era una cocinera increíble. Nació en un pequeño pueblo manchego y nunca fue al colegio, pero era una mujer moderna, muy avispada y multitask.
La recuerdo siempre con 3 o 4 elaboraciones entre manos; mientras reposaba una masa para una coca de chicharrones se ponía a preparar la tarta para el cumpleaños de alguno de los nietos, para aprovechar el viaje al horno de leña del pueblo. Entretanto se encargaba de entretenerme dándome harina y agua para que «hiciera el pan».
Una de las recetas que más me gustaba verle preparar eran estas alitas de pollo glaseadas. Machacaba ajo y laurel frito con sal y los añadía a las alitas con un buen chorro de Brandy. Usaba el Brandy para todo, en lugar del vino, y yo suelo hacer lo mismo, porque aporta menos acidez y más azúcar y sabor.
Cuando vertía el Brandy y sabía que la miraba, lo prendía en el fogón y y una llamarada enorme salía disparada hacia el cielo, porque aunque mi abuela tenía cocina en casa, prefería cocinar en el patio (y menos mal). Para disfrutar de este showcooking yo le pedía alitas cada dos por tres; por eso y porque estaban buenísimas y me encantaba comérmelas con las manos como una salvaje.
Si las hacéis en casa y queréis flambearlas, hacedlo con mucho control, encendedlo con un mechero de cocina o solplete y procurad no acercar la sartén a la campana extractora, para no tener sustos. La llamarada sólo dura 5 o 10 segundos.
Para que el ajo no sea tan fuerte y no repita, podéis hervirlo 1 o 2 minutos.

Alitas glaseadas con ajo y laurel
Equipment
- Sartén
- Mortero o picadora
Ingredientes
- 6-8 alas de pollo enteras (cortadas en 2, en total 12-16 piezas)
- 3 dientes de ajo
- 3 hojas de laurel
- 50 ml de Brandy o Cognac
- 25 ml de agua
- sal
- Aceite de girasol, para freír las alitas
- 2 cda de aceite de oliva
Elaboración paso a paso
- Limpiamos de plumas y dividimos las alas enteras en dos partes. En una sartén, echamos suficiente aceite de girasol como para que las alitas queden sumergidas hasta la mitad, y calentamos a fuego medio-fuerte.
- Freímos las alitas 3-4 minutos por cada lado, un poco más si son gruesas. Sacamos y reservamos sobre papel absorbente para deshacernos del exceso de aceite.
- En otra sartén, echamos las dos cucharadas de aceite de oliva y calentamos a fuego medio. Una vez caliente, freímos unos segundos por cada lado las hojas de laurel, hasta que queden crujientes pero sin que se quemen. Las sacamos del fuego.
- Pelamos los ajos, y los echamos en trozos en un mortero junto con las hojas de laurel fritas y un pellizco de sal.
- Machacamos los ajos y las hojas hasta que no haya pedazos grandes de laurel y el ajo se haya convertido en una pasta. Añadimos el Brandy y el agua y mezclamos bien.
- En la sartén donde hemos frito el laurel echamos las alitas y calentamos a fuego medio-alto. Una vez esté caliente, vertemos con cuidado la mezcla de ajo, laurel y Brandy.Si tenemos cocina de fuego, extremaremos la precaución, ya que la mezcla puede arder y quemarnos o asustarnos.
- Podemos flambearlas de forma controlada, acercándolas al fuego o prendiéndolas con un soplete o mechero, con cuidado de no acercar la sartén a la campana extractora para no dañarla, o simplemente dejar que el alcohol se reduzca y evapore, moviendo constantemente las alitas para que se impregnen bien y se calienten de manera uniforme. ¡Listas para servir!